¿Te animas?

Ocio diferente para los fines de semana. ‘La noche es joven’ de Santander es una buena oportunidad para practicar aquello que siempre has querido hacer, por raro que parezca.

Hay más alternativas que los bares la noche de los viernes. De vez en cuando apetece hacer algo diferente y empiezas a estar harto de ver a la misma gente en los mismos lugares. Antes de que empieces a convertirte en protagonista de aquel ‘día de la marmota’ (esa película en la que el sueño no significaba amanecer en día diferente sino que el despertador daba paso a la misma festividad, día tras día), hay que ponerse las pilas y mirar hacia otro lado.

‘La noche es joven’ es una iniciativa del Ayuntamiento de Santander con 15 ediciones a su espalda y una gran acogida entre los ciudadanos. Pero más allá de moralinas en contra del botellón, ‘La noche es joven’ ofrece la oportunidad de aprender cosas que de otra manera sería muy complicado.

Control mental y masaje relajante o reiki para aquellos que buscan nuevos horizontes, talleres de cocina para los más prácticos, graffiti para artistas, tiro con arco… No se me ocurre ningún lugar en que se pueda lanzar flechas si no existiera esta iniciativa.

Pero mi nuevo descubrimiento ha sido la esgrima. Tres modalidades: espada, sable y florete y material al alcance de cualquier participante. Emulando a Mónica Bellucci en aquella película de Isabel Coixet, ‘A los que aman’, me enfundé la chaquetilla blanca, el guante y la careta. ¿Qué se siente teniendo la cabeza cubierta y una espada en la mano?

Aquí la lucha no es fuerza sino inteligencia, saber cuál es el próximo movimiento de tu contrincante, dominar el juego de muñeca en la defensa, atacar al descuido, pinchar antes que él. Las luces decidían la suerte del campeonato, rojo o verde cual semáforo al amparo de aquel que lograra cada punto.

Ocio activo para la noche, entre risas de un deporte para principiantes, para probar a ver si te gusta. Una pega, la edad no debería limitarse.